El Maestro pregunta a sus discípulos
-¿Quién puede decirme cuándo sabemos con exactitud que ha amanecido?
Uno de los tantos respondió:
-Amanece en el momento en que podemos distinguir un árbol de un arbusto.
-No, esa no es la respuesta.
Otro discípulo respondió:
-Ha amanecido cuando podemos distinguir una cabra de una oveja.
-Esa tampoco es la respuesta.
Un tercero aseguró:
-Amanece cuando podemos ver con claridad el rostro de nuestro hermano.
-Sin duda -dijo el Maestro- esa es la respuesta.
Ha amanecido si somos capaces de ver a otros hombres y distinguirlos como hermanos.
Paulo Coelho