Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
14 octubre 2009 3 14 /10 /octubre /2009 12:19

En la mitología griega Mirra era la hija de Tías, rey de Asiria, o Cíniras, rey de Chipre, y madre con él de Adonis. Existen varias versiones del nacimiento de Adonis:
En una versión, narrada en la fábula 58 de Higino, la esposa del rey Cíniras, Cencreis, presumía de que su hija era más hermosa que Afrodita. Para castigar a su madre, Afrodita hizo que Mirra se enamorase de su padre y le sedujese en sueños, engendrando a Adonis. Enfurecido, Cíniras quiso matarla. Compadeciéndose de ella, Afrodita la transformó en un árbol de mirra. En la variante recogida por Apolodoro de Atenas era la propia muchacha quien se comparaba irrespetuosamente con Afrodita y ésta en castigo, hizo que se enamorase ciegamente de su padre. Con ayuda de su niñera logró cometer el incesto. Cuando Tías lo advirtió, montó en cólera y quiso matar a su hija. Sin embargo los dioses la transformaron en un árbol de mirra. El árbol creció durante diez meses y de él nació Adonis, a quien criaron las ninfas. En otra versión Afrodita transformó a Mirra en árbol cuando huía de su padre. Adonis nació cuando Tías disparó una flecha al árbol o cuando un jabalí usó sus colmillos para desgarrar su corteza.

Compartir este post
Repost0
13 octubre 2009 2 13 /10 /octubre /2009 12:16

En la mitología griega Ciniras era un rey de Chipre y Asiria, hijo de Sandoco, que había emigrado desde Siria, y Farnace, la hija del rey Megasares. Otra versión lo hace hijo de Apolo y de Pafos, la hija de Pigmalión. O de Pafos, entendido como el heredero varón de éste último. Habiendo sucedido a su padre en su reino de Asia, Cíniras se instaló en Chipre y fundó la ciudad de Pafos, donde gobernó muy prósperamente. De hecho, las riquezas de Cíniras, como las de Creso, se hicieron proverbiales en la antigüedad. También se le recuerda como el fundador de la ciudad de Esmirna, a la que bautizó con el nombre de su hija, y de Cirineia, a la que puso su propio nombre. Introdujo en la isla el culto de Afrodita, por el que luego se haría famosa. Cíniras se convirtió en el primer sacerdote de Afrodita Pafia, título que fue heredándose entre sus descendientes, los cirínadas. Consagró el templo de la diosa en Pafos, que había mandado construir al célebre Erias, y según Luciano había mandado construir otro semejante en Líbano. Cíniras destacó también como adivino, como descubridor de las minas de cobre de Chipre y como inventor de las tejas y de instrumentos tan útiles como las tenazas, el martillo, la palanca y el yunque. Famoso por su belleza, se rumoreaba que había obtenido los amores de la propia Afrodita. Bajo su reinado tuvo lugar la celebérrima guerra de Troya, que en principio no le fue indiferente. Cuando Taltibio, Menelao y Odiseo se presentaron en su corte reclamando su ayuda, Cíniras les dio un peto para Agamenón, y les prometió acudir junto a los aliados con cincuenta naves. Pero un ataque inoportuno del rey Belo a su país le obligó a mantener todas sus tropas en la isla, por lo que, para cumplir su promesa, sólo envió a Troya una embarcación capitaneada por su hijo Migdalión y otras cuarenta y nueve naves en miniatura que éste echó a la mar cuando su barco fue avistado. Desconociendo los motivos de su actuación, los jefes aqueos consideraron este hecho como una burla muy ofensiva.

Compartir este post
Repost0
12 octubre 2009 1 12 /10 /octubre /2009 15:13

En la mitología griega,Ponto o Pontos (en griego antiguo Πόντος, ‘mar’; en latín Pontus)
era un antiguo dios del mar preolímpico, hijo de Gea, la Tierra, y hermano de Urano. Hesíodo cuenta que Gea engendró a Ponto por sí misma, sin emparejarse.
Para él, Ponto parece poco más que una personificación del mar.
Higino afirmaba que fue hijo de Gea con Éter, el Aire.

Fue padre con Gea de los ancianos del mar, Nereo y Taumante (el sobrecogedor ‘milagro’ del mar),
de los aspectos peligrosos del mar, Forcis y su esposa y hermana Ceto, y de la ‘fuerte’ diosa Euribia.
Con Talasa (cuyo nombre significa simplemente ‘mar’,
pero en una raíz pre-griega), fue padre de los Telquines.

Compárese con el titán del mar Océano, cuya presencia era más vívida entre los helenos.

Compartir este post
Repost0
11 octubre 2009 7 11 /10 /octubre /2009 08:21
En la mitología griega, las Trías (en griego antiguo Θριαί) eran las tres ninfas hermanas que vivían en el Parnaso y eran las ninfas que presidían la adivinación mediante guijarros (ϑριαί) que se arrojaban a una urna. En el Himno homérico IV a Hermes, Apolo dice haber tenido como maestras de adivinación a tres muchachas-abejas, que los estudiosos del tema identifican con las Trías. En un principio estas ninfas criaron al dios Apolo, a cuyo servicio quedaron luego... Son ninfas aficionadas a la miel, que les ofrecían quienes venían a consultarlas. El mito las sitúa viviendo al piel del Parnaso, monte consagrado a Apolo y a las Musas, en cuya ladera brotaba la fuente Castalia, aquella que condedía la inspiración a los poetas, de la que se tomaba agua para limpiar el templo de Delfos, y donde la Pitia solía purificarse antes de entrar en el templo, y según algunos beber de ella antes de profetizar, aunque otros autores indican que tomaba el agua de inspiración de la cercana fuente Casótide. Un pasaje de Platón conecta la miel con las fuentes que dan inspiración poética (Ion, 534a-b): «Pues ciertamente nos dicen los poetas que nos ofrecen los cantos que, como abejas, liban de las fuentes de las que fluye miel en algunos jardines y sotos de las Musas, revoloteando también ellos del mismo modo». Éstas palabras de Platón no pueden dejar de recordarnos a las muchachas-abejas del Himno a Hermes, que revoloteaban nutriéndose de los panales del Parnaso, y sólo cuando éstas ninfas han tomado miel entran en trance profético, mientras que cuando no se han nutrido de miel sus profecías son engañosas (vv. 558-563), lo que parece indicar que la miel tiene el poder profético.
Compartir este post
Repost0
10 octubre 2009 6 10 /10 /octubre /2009 13:16
En la mitología griega, las náyades eran las ninfas de los cuerpos de agua dulce —fuentes, pozos, manantiales, arroyos y riachuelos—, encarnando la divinidad del curso de agua que habitan, de la misma forma que los oceánidas eran las personificaciones divinas de los ríos y algunos espíritus muy antiguos habitaban las aguas estancadas de los pantanos, estanques y lagunas, como en la Lerna premicénica de la Argólida. Aunque las náyades estaban asociadas con el agua dulce, las oceánides con el agua salada y las nereidas específicamente con el mar Mediterráneo, había cierto solapamiento debido a que los griegos pensaban en las aguas del mundo como en un sistema único, que se filtraba desde el mar a profundos espacios cavernosos en el seno de la tierra, desde donde subía ya dulce en filtraciones y manantiales. Aretusa, la ninfa de un manantial, podía abrirse paso a través de las corrientes subterráneas del Peloponeso para salir a la superficie en la isla de Sicilia. En su calidad de ninfas, las náyades son seres femeninos, dotados de gran longevidad pero mortales. La esencia de una náyade estaba vinculada a su masa de agua, de forma que si ésta se secaba, ella moría. Zeus llama a los dioses a asamblea en el Monte Olimpo, no son sólo los famosos olímpicos quienes acuden, sino también todas las ninfas y todos los ríos; sólo Océano queda en su puesto. Su genealogía cambia según el mitógrafo y la leyenda consultada: Homero las llama «hijas de Zeus», pero en otras partes se afirman que eran hijas de Océano. Es más común considerarlas hijas del dios-río en el que habitan. Todas las fuentes y manantiales célebres tienen su náyade o su grupo de náyades, normalmente consideradas hermanas, y su leyenda propia. Las náyades también podían ser peligrosas. En ocasiones, bañarse en sus aguas se consideraba un sacrilegio y las náyades tomaban represalias contra el ofensor. Verlas también podía ser motivo de castigo, lo que normalmente acarreaba como castigo la locura del infortunado testigo. Hilas, un tripulante del Argo, fue raptado por náyades fascinadas por su belleza. Las náyades eran también conocidas por sus celos. Teócrito contaba la historia de los celos de una náyade en la que un pastor, Dafnis, era el amante de Nomia, a quien fue infiel en varias ocasiones hasta que ésta en venganza le cegó para siempre.
Compartir este post
Repost0
9 octubre 2009 5 09 /10 /octubre /2009 14:43

En la mitología griega, según Homero, la égida es el escudo o rodela de Zeus, labrado para él por Hefesto, guarnecido con borlas y llevando la cabeza de Medusa en su centro. Originalmente símbolo de la nube de tormenta, deriva probablemente de αισσο aisso, que significa ‘movimiento rápido y violento’. Otra posible etimología es de la raíz Αιγ- Aig-, ‘ola’, como en Αιγαίον (Egeo), ‘mar ondulado’. Cuando Zeus lo agitaba, el monte Ida se cubría de nubes, produciéndose una especie de gigantesco tornado llamado καταιγίς, los truenos caían y los hombres se llenaban de pavor; por paronomasia se habría metaforizado el nombre de tal tormenta con la palabra griega para designar a la cabra, αιχ. A veces Zeus lo prestaba a Atenea (con él aparecía en el Paladio) y, raramente, a Apolo. En una historia posterior se cuenta que Zeus usó la piel de la cabra Amaltea, que le había amamantado en Creta, como una rodela cuando se marchó a luchar contra los Gigantes. Está también la leyenda que retrata a la égida como un monstruo que respiraba fuego, como la Quimera, al que mató Atenea, quien luego llevó su piel como coraza. Otros incluso dicen que la égida era la piel del monstruoso gigante Palas. Otra versión cuenta que la égida había sido realmente la piel de la cabra usada como un cinturón para sujetar el escudo. Cuando se usaba así, se solía normalmente sujetar en el hombro derecho, y envolvía parcialmente el pecho al pasar oblicuamente por delante y unirse en la espalda al escudo bajo el brazo izquierdo. Así, por extensión, se empleaba égida en ocasiones para referirse al escudo que sujetaba, y en otras a una coraza, cuya función en parte prestaba. De acuerdo con este doble significado la égida aparece en obras de arte a veces con la piel de un animal cubriendo hombros y brazos, y a veces como una coraza, con un borde de serpientes correspondientes a las borlas a las que hacía referencia Homero, y normalmente con la cabeza de Medusa en el centro. Con frecuencia se la representa en estatuas de emperadores romanos, héroes y guerreros, y también en camafeos y jarrones.

Compartir este post
Repost0
8 octubre 2009 4 08 /10 /octubre /2009 13:58
En la mitología griega Higia,  hija de Asclepio, hermana de Yaso y Panacea, era la diosa de la curación, la limpieza y la sanidad (posteriormente, también de la luna), a diferencia de su padre, que estaba relacionado con la curación. De su nombre deriva la palabra «higiene». 
Adquirió significado propio alrededor del siglo V a. C., pues hasta entonces era un epíteto más de Atenea. Aunque Higía había sido objeto de un culto local desde al menos el siglo VII a. C., no empezó a ser conocida fuera de éste hasta que el Oráculo de Delfos la reconoció tras las plagas que devastaron Atenas en los años 429 y 427 a. C. y Roma en el 293 a. C. Su templos principales estaban en Epidauro, Corinto, Cos y Pérgamo. Pausanias señaló que en el asclepión de Titane en Sición (fundado por Alexanor, nieto de Asclepio) las estatuas de Higía se cubrían con cabellos de mujeres y prendas de vestir babilónicas. Según algunas inscripciones, estas mismas ofrendas eran realizadas en Paros. Arifrón, un artista sicionio del siglo IV a. C., escribió un famoso himno en honor de Higía. Artistas como Escopas, Briaxis y Timoteo, entre otros, esculpieron estatuas de la diosa.

Se la solía representar como una mujer joven alimentando una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo. A veces la serpiente bebía de una jarra que portaba Higía.
Estos atributos fueron adoptados más tarde por la diosa de la curación galo-romana, Sirona. A veces era acompañada por su hermano, Telesforo.

Compartir este post
Repost0
7 octubre 2009 3 07 /10 /octubre /2009 13:01
En la mitología griega, Galatea es el nombre de dos personajes femeninos. La primera es una nereida de Sicilia amada por el cíclope Polifemo. Sus padres eran Nereo y Doris. El poeta griego de Sicilia Teócrito escribió dos poemas en torno al año 275 a. C. sobre el amor de Polifemo hacia Galatea. Cuando ésta lo rechazó en favor de Acis, un pastor siciliano, un celoso Polifemo lo mató arrojándole un canto rodado. Desesperada por el dolor, Galatea transformó su sangre en el río Acis (en Sicilia). Según algunas versiones, Galatea terminó siendo madre con Polifemo de Gálata, Celto e Ilirio, dioses epónimos de los gálatas, los celtas y los irilios, respectivamente. Se llama también Galatea a la estatua erigida por el rey de Chipre Pigmalión. Al rey no le gustaban las mujeres, y vivió en soledad durante mucho tiempo. Cansado de la situación en la que estaba, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos. El rey se sentía atraído por su propia obra, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil. En una de las grandes celebraciones en honor a la diosa Venus que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su amada estatua. La diosa, que estaba dispuesta a atenderlo, elevó la llama del altar del escultor tres veces más alto que la de otros altares. Pigmalión no entendió la señal y se fue a su casa muy decepcionado. Al volver a casa, contempló la estatua durante horas. Después de mucho tiempo, el artista se levantó, y besó a la estatua. Pigmalión ya no sintió los helados labios de marfil, sino que sintió una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, y la estatua cobró vida, enamorándose perdidamente de su creador. Venus terminó de complacer al rey concediéndole a su amada el don de la fertilidad. De esa unión nació Pafo, que dio su nombre a la isla de Pafos.
Compartir este post
Repost0
6 octubre 2009 2 06 /10 /octubre /2009 13:21
En la mitología griega, Afaia era una diosa griega de la luz, hija de Leto y por tanto, hermanastra de Apolo y Artemisa.  Fue venerada únicamente en el santuario de la isla de Egina, en el Golfo Sarónico. Se le atribuye la invención de las redes para la caza y pesca. Muy bella, fue perseguida sin cesar por los hombres, entre ellos, el rey Minos, de quien intentó escapar arrojándose al mar. De allí fue recogida en las redes de un pescador egineta que se enamoró de ella. Britomartis llamó a su hermanastra y protectora que la hizo desaparecer: se hizo Afaia, la Invisible. El templo en su honor sería construido en el lugar de su desaparición. Se la conocía ya desde tiempos tan antiguos como el siglo XIV a. C. como una deidad local asociada con la fertilidad y el ciclo agrícola. Bajo la hegemonía Ateniense, se la llegó a identificar con las diosas Atenea (Atenea Afaia) y Artemisa y también con la ninfa cretense Britomartis. En el siglo II a. C., el viajero y geógrafo Pausanias, escribía:
En Egina, yendo hacia el monte de Zeus Panhelenios se encuentra el santuario de Afaia, a quien también Píndaro compuso una oda a instancias de los eginetas. Los cretenses dicen (los mitos sobre Afaia provienen de Creta) que Euboulos era hijo de Karmanor, que purificó a Apolo de la matanza de la Pitón, y dicen que Britomaris era la hija de Zeus y Karme (hija de Euboulos). Disfrutó de las carreras y de la caza y era particularmente querida por Artemisa. Mientras huía de Minos, que la deseaba, se moldeó a sí misma en molde de red para pescar. Artemisa la hizo diosa, y no sólo los cretenses sino también los eginetas la reverenciaban. Los eginetas dicen que Britomaris se mostró a ellos en su isla. Su epíteto entre los eginetas es Afaia y también es Dictinia (Pescadora con red) en Creta.
Compartir este post
Repost0
5 octubre 2009 1 05 /10 /octubre /2009 12:45
Belerofonte era un héroe de la mitología griega, cuyas mayores hazañas fueron matar a la Quimera (un monstruo que se suele representar como un ser con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente) y domar al caballo alado Pegaso con la ayuda de una brida que le dio la diosa Atenea. Era el hijo del Rey Glauco de Corinto. Su nombre original era Iponoo, sin embargo se lo cambió por el de Belerofonte (que significa “asesino de Belero”) después de haber matado accidentalmente a su hermano Belero en una partida de caza. Son diversas, y en ocasiones contradictorias las historias que describen sus aventuras, la más común es la siguiente. Cuando involuntariamente mató a su hermano, abandonó Corinto en exilio voluntario y se dirigió como suplicante, para purificarse, a la ciudad de Tirinto, a la corte del rey Preto. El rey Preto acogió bondadosamente a Belerofonte como huésped. La esposa del rey Preto, Estenebea, se enamoró a primera vista de Belerofonte, por lo que le realizó diversas propuestas indecorosas, que Belerofonte rechazó. Estenebea, ofendida, para vengarse por este desaire lo acusa falsamente de intentar seducirla por la fuerza. El rey de Tirinto se pone furioso creyendo verdadera la historia de Estenebea, pero no queriendo faltar a las sagradas leyes de la hospitalidad con la muerte directa de un huésped, encarga a Belerofonte llevar una carta sellada de recomendación, según dice, a su suegro el rey Iobates (o Yóbates) de Licia, padre de Estenebea. En la carta, en realidad, le pedía al rey Iobates que diera muerte a Belerofonte.
Compartir este post
Repost0

Presentación

  • : Olympia
  • : Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino...
  • Contacto

Categorías