Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino...
Los Heráclidas (en griego antiguo Ἡρακλεῖδαι Hêrakleĩdai) eran los hijos de Heracles (Hércules) y sus descendientes. El término se aplica en un sentido más estricto a los descendientes de Hilo, el mayor de los cuatro hijos que Heracles tuvo con Deyanira...
Leer el postLa súper estrella del básquet, Michael Jordan, fue expulsado del equipo escolar. Winston Churchill repitió el sexto grado. Fue primer ministro de Inglaterra a los 62 años de edad, luego de una vida muy dura. Albert Einstein no habló hasta los 4 años de...
Leer el postEste era un pobre campesino cuya única riqueza consistía en un pequeño campo sembrado de maíz. Trabajaba todo el día en él, arrancando la hierba y enderezando las matas. El campesino estaba triste porque, por falta de agua, las milpas estaban marchitas...
Leer el postDentro de estos cuatro muros pretendí ocultar mi dicha: Pero el fruto, pero el aire ¿cómo me los guardaría? Hora mejor que pospuse, voces que eran para mí, camino que no elegí destino que no dispuse; !cómo os volvisteis oscuros! !qué amargo vuestro sabor...
Leer el postEn la mitologia griega Ascalafo era un hijo del oceánida Aqueronte, el río del Hades. El nombre de su madre varía según los autores, así Ovidio lo hace hijo de la ninfa ctónica Orfne, Apolodoro de Górgira y Servio de la oceánide Estigia. Cuando el dios...
Leer el postUn hombre cogía cada día el autobús para ir al trabajo. Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana. La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto,iba tirando algo por la ventana. Siempre hacía lo mismo...
Leer el postGregorio salió al jardín para recoger las hojas que caen en otoño. Cogió un rastrillo y agrupó las hojas en un montón muy grande. Limpió la gardenia de ramas secas y regó las plantas que estaban a punto de germinar. Gregorio se encontraba muy alegre porque...
Leer el postEl cuerpo quiere rendirse y no sé como aguardas todavía en vez de maldecir. Nada pasa. Se mueven algunos tallos; un silbido entra por la ventana. Tienes que aprender a alejarte y no digas después dónde estuviste. Cómo podrían entender Los que no han aruñado...
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