En la mitología griega, Penteo era un rey de Tebas, hijo del más fuerte de los Espartos, Equión, y de Ágave, hija de Cadmo, el fundador de Tebas, y de la diosa Harmonía. Cadmo abdicó en favor de Penteo a causa de su avanzada edad. Penteo prohibió el culto de Dioniso, el hijo de su tía Sémele, y no permitió que las mujeres de Cadmea participaran en sus ritos. Dioniso causó que la madre de Penteo y sus tías, Ino y Autónoe, se precipitaran al monte Citerón en un frenesí báquico. Debido a esto, Penteo las encarceló, pero sus cadenas cayeron y las puertas de la cárcel se abrieron para ellas. Dioniso atrajo a Penteo afuera para espiar los ritos báquicos. Las hijas de Cadmo lo vieron en un árbol y pensaron que era un animal salvaje. Penteo fue derribado y desgarrado miembro a miembro por ellas (esparagmos), provocando que fueran exiliadas de Tebas. El nombre 'Penteo', como Dioniso señala, significa ‘hombre de las penas’; incluso su nombre lo destina a la tragedia. Penteo fue sucedido por su tío Polidoro.